Sábado 21 de Junio de 2025
El abandono del campo y las actividades rurales, son algunas de las razones por las que las especies de caza mayor, y muy concretamente el corzo, han aumentado en las últimas décadas. Las corzas, como otras hembras de herbívoros, tienen la costumbre de esconder a sus crías entre la vegetación durante las dos o tres semanas de vida, hasta que son lo suficientemente fuertes para seguir a sus madres.
Para una persona que no conozca el campo, ni los hábitos de los animales, encontrar un pequeño y desvalido corcino, aovillado entre el pasto, no indica que esté abandonado; y con buenas intenciones los recogen para cuidarlos o entregarlos a centros de recuperación, sentenciándolos.
Con la intención de alertar sobre esta situación y evitar que cientos de corcinos sean arrebatados de sus madres y su entorno cada año, Laureano de las Cuevas, gran amante de esta especie silvestre nos cuenta una historia creada con el único fin de contribuir al conocimiento y conservación de la cría del corzo, en un texto ilustrado brillantemente por él mismo, dentro del Proyecto Corcino de la Asociación del Corzo Español, ACE.
¡ENHORABUENA!
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